POEMA XII- DESGARROS DE AMOR. AKASHA VALENTINE.
La
distancia entre tu boca y mis labios es demasiado grande
como para no tenerla en consideración. Mi lengua, inquieta y
humedecida por la sensación que le provoca el placer de alcanzar
aquello que aún no puede tocar, se mueve turbada por la emoción y
el deseo de tenerte con todas mis fuerzas, con el único fin de
acortar ese largo trayecto que hay entre tu rostro y el mío, pero
que lamentablemente sólo
existe en mi imaginación, en ese pequeño rincón que queda para los
sueños que nunca tuvieron un final feliz. Quisiera tener el valor
suficiente para decirte cómo
me siento, aquí y ahora, pero por desgracia lo que yo quiero no se
adapta a la realidad de los hechos y al final del día acabo
sufriendo más de lo necesario, pues aunque no lo desee de forma
voluntaria mi cabeza sigue ladeándose ligeramente para encontrarte
en el mismo lugar que tú solías frecuentar mucho antes incluso de
que mis sentimientos llegaran hasta a ti. Y cuando mis ojos comienzan
a ser conscientes de la realidad deseo llorar con todas mis fuerzas,
sin importar el lugar, la gente o el momento, simplemente deseo
hacerlo sin tener que darle a nadie explicaciones por ello o tener
que justificar cada una de mis acciones ante personas que no
comprenden cómo
me siento.
Lo
sé, y soy consciente de que el error es mío, y por eso, aunque aún
no te has dado cuenta, me gustaría que tuvieras en mente
este hecho y es que la vida es tan sólo un segundo en la eternidad,
un momento que no volverá a suceder jamás, un espacio en el que el
tiempo nos ha sido regalado para que vivamos como deseemos y por eso
yo quiero hacerlo a tu lado. Y aquí estoy yo, como un ingenuo
soñador atesorando cada momento, cada experiencia vivida como si
fuera la última, porque tal vez para mí ya no haya
un mañana, y este pensamiento que tan aterrador resulta cuando eres
plenamente consciente de él me obliga a no querer seguir siendo una
persona acobardada por cada acción de la vida. Quiero que estés a
mi lado de forma voluntaria, pero lo que yo no deseo es seguir tus
huellas a pies juntillas, porque tengo la sensación de que si lo
hago todo mi mundo acabará desmoronándose en un momento y tal vez
acompañado con una frase cargada de sentimientos confusos y de
palabras imperfectas que sólo logren dañarnos y crear malos
entendidos.
Y
sé que llegará el día en el que tu amor se lo llevará
el viento como si nunca hubiera sido mío, y esa idea corrompe mis
ilusiones y hiere mis sueños. Por eso en el
silencio
de la noche y con la voz muy suave te diré que quiero seguir estando
a tu lado para siempre, atesorando esos besos de amor y esas caricias
de complicidad que sólo tú serás capaz de regalar a mi corazón
en este tiempo que nos toca vivir. Ahora que todo comienza no quiero
decirte nada más, dejemos paso a
este
dulce cariño que nace de la pasión, rompamos de una vez por todas
las distancia que nos separa, toca mi piel y desnuda mi ser con las
puntas de tus dedos, con las yemas de éstos.
Haz que mi mundo gire en torno al tuyo, pues sin ti ya no puedo
seguir viviendo una vida normal. Qué dulce y tranquilizadora es la
esperanza cuando te toca.
Akasha Valentine 2013 © http://www.akashavalentine.com
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