domingo, 8 de diciembre de 2013

POEMA VII- ALMA ESPINADA. AKASHA VALENTINE. ED. REEDITADA.

Reginald Arthur.. Fuente: Wikipedia. 

POEMA VII- ALMA ESPINADA. AKASHA VALENTINE. 

He dejado al silencio hablar en mi nombre y a mi voz, que nada tenía que decir, guardar mutismo. He cosido de forma simbólica mis labios para aprender a escucharte, ya que en el pasado parecía que nunca tenía tiempo para hacerlo. He despejando de mi cabeza, las dudas y los miedos, acabando así con mis propios demonios uno por uno. Te confieso que he hecho lo propio con mis malos pensamientos, pues personalmente los he ido empaquetado en pequeños grupos con destino al olvido, desde donde espero que no regresen jamás. Por ti he empezado a creer que la vida tiene algo más que ofrecerme, y este pensamiento racional ha logrado tambalear mis frágiles principios que hasta entonces creía intocables. Y es que aunque no lo diga, sabes que soy consciente de que el amor que por ti siento es tan fuerte que incluso me duele y me desborda, me mata y me atosiga, pero aún así, a pesar de que me resulta tan frustrante y pesado cargar con estás emociones que como hombre no comprendo muy bien, lo único que soy capaz de aceptar aquí y ahora es que te necesito cerca de mí para saber que sigues a mi lado, para poder seguir adelante sin miedo a flaquear o caerme. Tú, quien a mis ojos eres perfecta, sin defectos e imperfecciones, pura y sencilla, única e irreemplazable. A veces haces que me cuestione si una persona como yo merece tener a alguien tan piadoso como tú. Soy más consciente que nadie de que quererte como te quiero es ser imprudente, pues temo que algún día tu muerte o la mía sean el infortunio que me devuelva al infierno del que escapé sin apenas aliento, cubierto de heridas sangrantes que aún sin cicatrizar me siguen recordando lo letal y mortal que llega a ser la vida que nos toca morar en estos tiempos inconstantes en los apenas damos importancia a las pequeñas cosas que realmente nos hacen diferentes y grandes.


Mi amor, si me preguntasen en estos mismos instantes qué es lo que más me duele, yo respondería sin lugar a dudas que es poder ver cómo mis propios ojos vierten en los tuyos un sin fin de lágrimas caprichosas que no cesan por más que se lo pida. Sólo en tu cálida mano encuentro el consuelo de la serenidad, pero me duele atarte a mí y hablarte de mis miedos, y por ello guardo silencio, evitando crear malos sueños en tu lecho sobre los que dormirán cada noche bajo tu almohada, si se lo permito. Por eso, y aunque sea un acto egoísta por mi parte, me gustaría retenerte si pudiera entre mis brazos para toda la eternidad, para serenar a mis propios miedos e inseguridades que estoy seguro volverán a nacer. Quiero tenerte junto a mí de esta manera para después besarte sin descanso alguno en tu boca hasta quedarnos agotados y exhaustos por el esfuerzo de amarnos como lo hacemos. Cariño, es hora de mirar hacia delante, de saborear la inmortalidad, de recoger con nuestras propias manos los frutos de este amor que nos profesamos. Sé que lo sabes, pero aún así quiero hacértelo saber, soy terriblemente consciente de que te aferras a unos sentimientos candentes y algo dolorosos que atraen a tus peores temores para anidarlos en tu pecho y tejer en tu órganos emociones como el desasosiego o la incertidumbre, pero tranquila mi amor, aunque no me digas nada y silencies a tu boca de forma consciente para no preocuparme, sé muy bien que anhelas estar conmigo por encima de todas las cosas, por eso, mi amor sé que si pudiéramos hallar la forma de estar juntos para siempre sería la culminación de nuestro amor. Si pudiéramos, ambos seríamos una misma persona, una misma cosa, un alma espinada. 

Akasha Valentine 2013 © http://www.akashavalentine.com


NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2011- 2013 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario