jueves, 23 de abril de 2015

POEMA XXXI- SUEÑOS. AKASHA VALENTINE. ED.REEDITADA.



POEMA XXXI- SUEÑOS. AKASHA VALENTINE. ED.REEDITADA.

Recé porque este sueño no tuviera nunca un final, y me aferré a la idea de pensar que la cálida sensación de tu cuerpo junto al mío seguiría estando al otro lado del colchón, donde ahora el olvido mora y la nostalgia solloza pues, como yo, añora el aroma de tus cabellos enredados entre las puntas de mis dedos.


Dejé a un lado la razón para hallar consuelo en lo evidente, para vivir donde los recuerdos no envejecen y las vidas de quienes ya no están en este mundo pueden ser recuperadas donde la memoria aún las mantiene vivas. Pero al llegar el alba me di cuenta de que me equivocaba: no te puedo tener, no porque no quiera o mi deseo parezca un ilusión pasajera, es porque tu cuerpo mora donde la tierra devora la carne de los muertos y a los vivos nos deja el amargo sabor de saber que seremos los próximos en yacer donde tiempo atrás otros ocuparon ese mismo lugar.


Así que ruego no me culpes por mantenerte viva en mi memoria, donde eres eterna e imperecedera, donde ni la enfermedad ni el dolor puede tocarte o dañarte; es ahí donde quiero dejarte para siempre, lejos de la lúgubre oscuridad que un día llenó nuestras vidas para siempre.


Pensar en ti es como evocar tiempos mejores, donde todo parecía ser menos grave de lo que en realidad ya era. Y ruego en sueños, con la voz rota y los ojos empapados en lágrimas, que me des consuelo donde ahora no hallo la forma de encontrarlo. Dime tú si existe alguna manera en la que con mis manos extendidas pueda volver a tocarte, porque incluso cuando duermo mis dedos se mueven a su antojo, y te toco pero no me coges, y si tú me alcanzas mis tendones tiran y nuestras manos vuelven a soltarse.


Siento que poco a poco algo tira de nosotros, alejándonos a un lugar donde nuestras miradas no volverán a encontrarse, y esta idea me parte el corazón en mil pedazos. La soledad comienza a resultarme una emoción demasiado inquietante que me juega malas pasadas cuando bajo la mirada y la dejo campar a sus anchas por esta gran casa vacía donde antes tú vivías.



Lloro ahora, ¿qué otra cosa puedo llegar a hacer? Y es que has olvidado que sin ti no tengo camino, ni rumbo ni destino; eras la brújula que guiaba mi camino y, sin tu mano sosteniendo la mía, ¿qué crees que puedo hacer, salvo moverme sin razón ni sentido, sin saber muy bien a donde dirigirme? Quisiera volver a dormirme, pues es en el mundo de los sueños es donde me encuentro menos cansado, ya que es allí donde sigues esperándome, aunque sea en contra de tu voluntad y por mi obsesivo capricho de tenerte junto a mí y nada más.

Akasha Valentine 2015 © http://www.akashavalentine.com

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jueves, 2 de abril de 2015

POEMA XXX- UN MUNDO EN BLANCO Y NEGRO. AKASHA VALENTINE. ED.REEDITADA.



POEMA XXX- UN MUNDO EN BLANCO Y NEGRO. AKASHA VALENTINE. ED.REEDITADA. 

Donde antes hubo palabras ahora hay silencio, y al olvido arrojé la calidez de tus manos pegadas a mi cuerpo, y como no podía decirte lo que de verdad deseaba que oyeras omití contarte que en realidad te necesitaba entre mis brazos, pues erróneamente creí que podría explicarte que te perdonaría bien entrada la mañana, pero al ser consciente de que no podía olvidarte, volví a tu lado en sueños, con los ojos ahogados por las lágrimas, expresando con cierta lentitud como sentí la ausencia de tus caricias asfixiando a mis penas en almohadas ajenas de colchones ocupados por cuerpos que nunca fueron iguales a ti, y al abrir los ojos y despertar a la realidad, siempre me invadía la confusa sensación de no saber a dónde debía mirar para no toparme con la amarga realidad a la que nunca quise hacer frente. Y al pensar que no podría seguir fingiendo que vivir sin ti era existir, te evocaba en mi imaginación, donde siempre aparecías en el mismo lugar donde la noche anterior te deje, y al creer que podía volver a tenerte junto a mí el corazón se me hacía trizas con un latido y mil pedazos con mil palpitaciones, pero al menos te seguía teniendo ahí, refugiado por el amparo de la oscuridad en la misma esquina de la noche anterior, donde mi imaginación te olvidó y mis ojos dejaron de fingir que te veían cuando realidad sé que nunca estuviste ahí para contemplar como vendía a mi alma a cualquiera que quisiera poseerla.


En este devastador mundo que he creado al antojo de mi despojada alma los colores se derraman, al igual que mis lágrimas. Es sólo entonces cuando la verdad cae, y nada puedo decir o hacer para evitar que esa imagen borrosa que tengo de ti me odie por rendirme sin luchar, y aunque intente excusarme soy consciente de que no te puedo llegar a mentir, así que le ruego al tiempo que sea clemente y que me lleve de inmediato donde el pasado ya es ayer, para que me ofrezca por segunda vez la oportunidad de volverte a ver bajo el amparo de ese viejo árbol de hojas secas donde olvidé decirte que te quería más que nadie en esta vida, y que sin ti no tengo razones ni motivos para seguir viviendo. No quisiera entristecer a tu alma ni causarte ningún pesar ahora que has decidido irte al reino de los muertos; sé que tú estarás bien, aunque yo no pueda decir lo mismo de mí, pero es igual, sólo quiero saber si de verdad sigues estando aquí conmigo o sólo eres el anhelo de un sueño del que nunca más querré volver a despertar. Francamente si es la mentira quien habla en mi memoria, por mí está bien pues te tengo junto a mí, como te tuve en el ayer, y nada me podría hacer más feliz. 

Akasha Valentine 2015 © http://www.akashavalentine.com

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