ALMAS UNIDAS.
Si pudiera confesarle mi amor lo haría sin lugar a dudas. Si pudiera ocultar el deseo que vive bajo mi piel, lo escondería para que nadie más que él lo encontrara cuando llegara el momento. Si pudiera le pediría que me amara con todas sus fuerzas hasta quedarse sin aliento. Si pudiera le rogaría que me sostuviera entre sus brazos hasta debilitarse por el paso del tiempo y el esfuerzo.
Le rogaría que me entregara besos con promesas llenas de esperanza. Le rogaría que me diera momentos inolvidables que pudiera atesorar con cuidado en lo más profundo de mi ser. Le rogaría para que nunca alzara mi mano contra mi ser y me hiriese no sólo con su fuerza sino con sus palabras crueles y duras. Le rogaría para que siempre fuera el caballero del que me enamoré.
Esperaría del él que siempre me defendiera ante las injusticias cometidas contra mi persona. Esperaría de él el honor que dice poseer. Esperaría de él dulces gestos llenos de amor sin importar la situación. Esperaría de él la fuerza necesaria como para acudir en mi ayuda cuando más lo necesitara.
Le ruego a Dios que nunca me haga verter lágrimas de dolor por él. Le ruego a Dios que siempre traiga de vuelta a mi amado con besos renovados para el dolor que tienen mis labios cada vez que su boca se despega de la mía. Le ruego a Dios para que él siempre encuentre el momento oportuno cuando más le necesite. Le ruego a Dios que él y yo seamos dos almas unidas para que nunca más volvamos a sentirnos completamente solos.
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