VIVIR SIN TI.
La abrumante soledad me golpea con fuerza, las olas muertas en la orilla acarician los dedos de mis pies y yo sigo aquí esperando encontrar una respuesta a una pregunta que no tiene sentido para mí.
Las puntas de mis dedos acarician el aire, mientras sienten la necesidad de ser libres, de alejarse de este dolor que las mantiene atadas a mi persona.
Mis cabellos oscuros son mecidos por manos invisibles, seducidos por el tacto de otras manos que les invitan a a dejarme de nuevo sola en este mundo tan repleto de personas.
Tengo una extraña sensación que recorre todo mi cuerpo, un sentimiento de angustia que me llena por dentro y me hace sentirme aún más vacía.
Las palabras que creía tan fieles a mi persona han querido abandonarme y me he dado cuenta de que, en el mismo instante en que se vayan, mis labios las seguirán a cualquier parte del mundo.
Desde que te marchaste no he dejado ni un solo instante de pensar en ti, vivir sin ti es como estar muerto en vida.
La sensación de soledad es demasiado fuerte y poderosa. Los sentimientos confusos y traidores. La tristeza y la nostalgia son un arma de doble de filo.
Siento que poco a poco muero a pesar de que la vida continua, pues extraño el color de tus ojos para encontrarme a mí misma, el tacto de tus manos para poder continuar sintiendo y el aliento de tu boca para poder seguir respirando.
Mis manos se aferran con fuerza a mi cuello, quiero ser capaz de apretar con la suficiente fuerza como para ser capaz de quitarme a mí misma el poco aire que ahora mismo recorre mis pulmones.
Vivir sin ti es no vivir. El abrumante silencio me incita a continuar jugando. Para el tiempo esta partida puede prolongarse de forma eterna, para mí sin embargo es una pesada cargada y aún así continuamos jugando hasta altas horas de la noche.
Tu imagen vuelve a mí de forma tan clara que creo estar viéndote de nuevo ante mis ojos, pero es tan sólo una ilusión creada por la desesperación de una mente perturbada.
Si pudieras saber cómo me siento no tengo la menor duda de que volverías a mis brazos, pues la pesada sensación de tristeza no te dejaría indiferente y los recuerdos no dejarían de acosarte ni un solo instante.
Vivir sin ti es algo que para mí ya no tiene razón ni sentido. Es morir en vida y ser un alma sin un destino.
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