ALMA ESPINADA.
Si me preguntaran en estos instantes qué es lo que más me duele, es poder ver cómo mis propios ojos vierten en los tuyos un sin fin de lágrimas caprichosas que no cesan por más que se lo pida.
Si alguien me pidiera que te comparase con algún objeto de mi humilde hogar sin lugar a dudas elegiría la flor más bonita de mi jardín.
Si alguien me dijera cuál es el recuerdo más hermoso que tengo de ti, sería el de tu mirada posándose sobre mis ojos, esperando a que mis labios besaran los tuyos en el momento adecuado.
Y es que aunque no lo diga, sabes que soy consciente de que el amor que por ti siento es tan fuerte
que incluso me duele y me desborda, me mata y me atosiga, pero aún así a pesar de que resulta
tan frustrante y pesado te necesito tenerte cerca de mi, para saber que sigues a mi lado.
Si pudiera ser egoísta te retendría contra tu voluntad entre mis brazos para toda la eternidad.
Si pudiera atraparte entre mis manos lo haría con el fin de ver tu alma a través de tus ojos.
Si pudiera besaría tu boca sin descanso con el fin de alimentar a mi cuerpo con tus besos.
Y es que aunque no me digas nada y silencies a tu boca de forma consciente, sé muy bien que
anhelas estar conmigo por encima de todas las cosas.
Te aferras a unos sentimientos candentes y correspondidos, que te llevan a enloquecer por miedo.
Si pudiéramos hallar la forma de estar juntos para siempre sería la culminación de nuestro amor.
Si pudiéramos, ambos seríamos una misma persona, una misma cosa, un alma espinada.
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