miércoles, 9 de marzo de 2011

POEMA LXVII- DAMA BLANCA. AKASHA VALENTINE.




DAMA BLANCA. 

La dama blanca descansa sus sueños en una tierra olvidada, dónde los árboles se retuercen y sus raíces son comidas por las arenas áridas.
Los trovadores que tiempo atrás la acompañaron con hermosas canciones han dejado de tocar sus instrumentos, pues las cuerdas de éstos se han roto y las puntas de sus dedos se han desgastado.
La oscuridad ahora reina sobre sus cabezas, y la tristeza anida en el pecho de la dama de blanco mientras se aferra con fuerza a su corazón herido y sangrante con la esperanza de seguir viva.



La muerte acecha a una princesa desconsolada, arrastrándola a un mundo oscuro y tenebroso, donde la desesperación anida en cada alma y la tristeza es la reina del lugar.
Pobre princesa, esta noche la he visto enterrar sus sueños en un pequeño ataúd de madera sin nombre y la envidia ha sido la asesina de sus pensamientos, envenenándolos con falsas promesas.
Las fuerzas le han abandonado, obligándola a caer contra un suelo húmedo y frío. Sus manos se han hundido en la arena y sus dedos han rasgado la penitente tierra que no desea volver a ver la vida.



Esta noche cerrará los ojos para siempre, pues ya no le queda nada más en este mundo a lo que aferrarse. Su última voluntad serán sus propios lamentos y su desconsolado corazón será el único que llore su triste final.
Pobre princesa penitente, cuyo dolor es tan grande que hasta el cielo llora su partida. Nadie la quiere y nadie le importa.
La dama de blanco ha cerrado los ojos y la muerte ha bailado alegremente sobre la tumba sin nombre de la princesa olvidada.

NOTA LEGAL: Akasha Valentine 2011 ©. La autora es propietaria de esta obra y tiene todos los derechos reservados. Si ves algún poema en otra web, foro u otro medio, están cometiendo un delito, salvo que cuenten con el permiso expreso de la autora, y siempre que esté citada la fuente y la autoría.      

No hay comentarios:

Publicar un comentario